Mi rosa

«Fue el tiempo que pasaste con tu rosa lo que la hizo tan importante».

«El Principito», A. Saint Exupèry

Todos los misterios de la vida

se esconden en su fragancia.

De una ROSA yo me hice amiga,

me hipnotiza su fragancia.

¿Cómo puedes -me preguntan-

ser amiga de una flor?

¡Cómo pueden no entenderlo!

me pregunto yo…

Yo que les hablo a las plantas

y a los animales,

no me importa que me llamen ¡LOCA!

Cuidar esta tierra, que es mi casa,

es lo único que a mí me importa.

Polvo de estrellas somos,

fabricados de lo mismo estamos;

misiones distintas cumplimos,

todos nos necesitamos.

Así que no me llames LOCO si te digo

que de una flor yo soy amigo.

Que yo llamo loco

a quien no respeta

el planeta

en el que vivo.

Me pongo en tus zapatos

NO voy a ser amiga de todo el mundo, ¡NO!

Ni quiero ni puedo.

Y NO me cae bien toda la gente, ¡NO!

Ni quiero ni puedo.

Pero no ser tu amiga NO ME DA DERECHO,

no ser mi amigo NO TE DA DERECHO,

no ser amigos NO NOS DA DERECHO

a faltarnos el respeto.

Yo me pongo en tus zapatos:

COMO ME GUSTA QUE ME TRATES

YO TE TRATO.

Yo te respeto,

tú me respetas,

ellos respetan,

NOS RESPETAMOS.

No todos somos buenos amigos,

tan solo somos BUENOS HUMANOS.

El duende sabio

un duende sabio, guardián de los bosques,

detiene su marcha para observar

algunos humanos, mujeres y hombres

que no aprendieron a respetar…

a las aves, a la tierra,

el agua pura que da de beber,

el aire limpio que nos alimenta

o el ratoncillo que quiere correr.

Todos somos igual de importantes,

para la Vida no hay chicos ni grandes:

el árbol, la araña, el grillo y la flor

son seres vivos igual que yo.

El secreto de la luna